que una estrella del norte me haya escogido ,
sin haberlo querido.
El amor desatado de todo influjo ,
el ente cristalino que suda en cada abrazo ,
se abre la fragancia , se cae el pergamino.
La sal de tu mirada , mirandome en la distancia ,
destapada de tu cuerpo , sin amarras ,
levantando la tierra mojada y tu deseo clandestino.
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