Esperando que suene tu canción ,
en los vibradores con mensaje.
Hojas de celofán que aterrizan ,
en la piel de la luna creciente ,
mojando los cristales de una carretera olvidada.
Las horas se esconden bajo el alma ,
en la carcel de la ropa sin desnudarte.
Me paso el dia esperando con las bombillas
encendidas , con la musica en otra parte ,
entre taxis de silencio , entre sombras ,
el carmin de la ausencia escribe desnuda las ramas.
Tan cerca de ti como un manantial buscando su muerte ,
luz distante en un horizonte ,
quiero dejar de quererte , no quiero ser un extraño ,
sobre los labios cerrados de un saxo tenor.
Alguien viene a romper mi fragilidad ,
un reflejo del pasado se para en un escaparate ,
una huella gastada en un traje de franela marrón ,
imaginando el vuelo de tu sonrisa entre las copas
de una feria ambulante.
Ya no quedan paginas de colores , solo levante ,
en una academia para la desdicha.
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